Como en una imagen de Escher donde las realidades se contienen unas a otras y se reinventan, la geometría narrativa de Salvador Elizondo nos muestra una dimensión fundamental de la vida: la de lo posible, pero lo posible que ya es. Breve homenaje a nuestro gran grafógrafo invocando su presencia, sus palabras.
Por Alberto Ruy-Sánchez
– 20 de diciembre de 2012